Después de una segunda visita muy completa al complejo de San Agustín Etla, Oaxaca, que involucra toda una zona que según mi sentir ha logrado rehabilitar de manera impresionante esa comarca, me fue propuesta una ''sorpresa" adicional. Consistía en visitar al Diablo enchilado. No sabía de que se trataba, pero por supuesto acepté.
El Diablo enchilado es una escultura olmecoide que se encuentra en condiciones perfectas. Mide unos 50 cm, es de jade, se dice que pesa 9 kilos y ostenta unos rastros rojos en ciertas partes de su rostro, de aquí su apodo. Sin ser experta, me pareció que la pieza es de primera. A ella se suma la exhibición de un impresionante bracero zapoteca, parece que data de Montealbán II. También hay un conjunto muy impactante de piezas de cerámica gris, a más otras de dimensiones pequeñas alojadas en vitrinas que necesitan reparación. Hay registro fotográfico completo del sitio arqueológico con sus cédulas correspondientes, pero todo envejece o se deteriora por falta de cuidado cotidiano. El sitio no está "vivo" porque nadie o casi nadie lo ve.


en: http://www.jornada.unam.mx/2004/04/27/04aa1cul.php?origen=opinion.php&fly=1